The Pillow book: Un modo de gozar y una condición de amor
Por Andrea Robles, participante de la Comisión de Biblioteca Eje : Cine y Psicoanálisis

The pillow book es una película que nos muestra casi todo el tiempo un modo singular de gozar, pero también sobre su enredo con el amor.
La película se inicia con una Nagiko de 4 años mientras se realiza un ritual de cumpleaños, en el que es pintada con un pincel en la cara mientras su padre recita lo siguiente:
“Cuando Dios modeló en arcilla al primer ser humano, le pintó los ojos, los labios, y el sexo” –aquí su padre deja el pincel para pintar sus labios con el dedo-. Continúa: “Y luego le pintó el nombre de cada persona por miedo a que lo olvidara” -seguido de una sonrisa y un beso-. Hay una pausa, Nagiko observa su imagen en el espejo, imagen que refleja con satisfacción la escritura de su nombre.. Se continúa con el ritual: “cuando Dios quedaba satisfecho de su creación dio vida al modelo de arcilla firmando con su nombre”, el padre escribe el suyo -esta escena se repite varias veces en la película-. Esto le queda a Nagiko como herencia, marca del primer amor pero también de la inscripción en el cuerpo de un goce en relación con la escritura. El goce es la satisfacción que conmueve al cuerpo de un ser hablante, no elegimos el modo de gozar de manera consciente, sino a partir de las marcas de satisfacción que han conmovido el cuerpo y montamos algo sobre ello para poder llevarlo.
En referencia a esto, ella se casa con un hombre criado por el editor, quien no acoge su pedido del ritual de cumpleaños, ni su interés por la literatura, lo que hace que esa relación fracase. Ella sale de Japón, y el ritual se lo reserva, en su lugar emprende la búsqueda de “hombres que le recuerden los placeres de la caligrafía”, un calígrafo que escriba en su cuerpo, a cambio de los placeres de la carne, una transacción con la que no estaba del todo satisfecha pues si eran buenos calígrafos eran malos amantes o viceversa, muy jóvenes, muy viejos, no tan serios con la caligrafía.
En esa misma línea aparece Jerome, un escritor -no calígrafo- que conoce varios idiomas a quien pone a prueba, le pide que escriba sobre su piel, no convencida le da más de una oportunidad hasta que califica sus trazos como garabatos, sin embargo, este insiste y la divide al proponerle que le enseñe, que escriba sobre él, a lo que ella responde: “¿qué placer sacaría escribiendo sobre ti?”, y él propone: ”Usa mi cuerpo como las páginas de un libro, de tu libro”. Esta propuesta posibilita algo distinto.. la escritura en el otro, escribir en otro cuerpo.
Es después de que su libro fue rechazado por el editor que decide ir a su oficina personalmente, la cual la lleva al recuerdo infantil cuando esperaba a su padre afuera de la misma, dejándonos imaginar qué ocurría dentro, es ahí donde vé salir a Jerome, acompañado de un beso en la mejilla del editor.. Las luces se ponen sobre él, “si no puedo seducir al editor, seduciré a su amante”, al ser su objeto de deseo, la engancha. A pesar de que empieza así, se produce un encuentro que posibilita algo diferente en ese modo de gozar de ella, Nagiko no solo se satisface de que su amante escriba en su cuerpo, sino escribir y satisfacerse del cuerpo de Jerome. Poder disfrutar de las delicias de la carne y de la literatura, hacer que coincidan.
Miller dice que “Los enamorados están de hecho condenados a aprender indefinidamente la lengua del otro, a tientas buscando las claves, siempre revocables. El amor es un laberinto cuya salida no existe”. El director de la película, parece entender esto al presentar a Jerome consintiendo el goce de Nagiko, propone otros modos de hacer con ese goce. Es con él con quien vuelve a hacer el ritual, el cual parece que reservaba para el amor, y es a partir de ahí que enuncia: “quiero honrar a mi padre siendo escritora”. Esta es una forma de formalizar algo sobre su identidad, la pregunta por la identidad y el amor como respuesta, o el intento de responderse “quién soy” a través de ese otro que sirve como relevo. El ritual es la condición del amor en este caso.
Jerome le propone una forma de captar al editor para que publique a Nagiko, y se ofrece como lienzo, ella a pesar de no estar totalmente convencida de aquello acepta su propuesta, y sospecha que él puede disfrutar de eso, sin embargo, escribe su primer libro. Jerome se presenta ante el editor como mensajero, y este queda fascinado por la escritura en su cuerpo, haciendo que copien el texto. Jerome consigue que se pueda publicar el libro con la promesa de otro más, y se va con el editor.
Esa noche queda retratada como larga, donde Nagiko queda sumergida en angustia al no saber nada de Jerome, pero con la certeza de que está con el editor, los busca y los encuentra. Es una escena distinta a la del padre: en la cual no solo es vejado por el editor, sino también humillado, y , en cambio, en esta a Nagiko le parece que Jerome está gozando, lo que considera un engaño..la ha engañado con el hombre que más odia. Sale del lugar haciéndose escuchar e inmediatamente emprende la escritura en otros cuerpos, los cuales se convierten en los 4 libros siguientes.
Para ella es insoportable compartir a Jerome como compartía al padre en su cumpleaños. Por lo que decide alejarse, y aunque es buscada por Jerome posteriormente -quien le reclama haber escrito sobre otro cuerpo con las pinturas que eran para él, decide no contestar. Lo que desemboca en el desenlace fatal de su amado, quien se suicida.
Para Lacan, esta es la paradoja del amor: “es impotente aunque sea recíproco, porque ignora que no es más que el deseo de ser Uno”, y agrega “De la pareja , el amor solo puede realizar lo que llamé, usando cierta poesía, para que me entendieran, valentía ante el fatal destino”. La valentía refiere a la ilusión que crea el amor en su intento de hacer dos, uno y que es fallido, pues está marcado por el inevitable destino del desencuentro y el intento de los sujetos para producir eternamente el encuentro, pasaje de la contingencia a la necesidad denominado por Lacan como: Lo que no cesa de escribirse, sobre lo cual dirá que es “el punto de suspensión al que se ata todo amor”.
El editor exhuma el cuerpo de Jerome y lo convierte en un libro. Nagiko regresa a Japón y encuentra sustitutos de lienzos, mas no de amante, para escribir los libros restantes a cambio de que el editor le dé el libro que hizo con la piel de su amado. Empieza a firmarlos desde aquel momento hasta el último: “el libro de la muerte”.
Llegamos al final de la película donde Nagiko ya no necesita del editor para escribir. Es decir, Jerome habilitó un antes y un después. El antes, donde buscaba ser publicada bajo el aval del mismo editor de su padre, y el después, en el que el amor le abre otro mundo en donde ella misma puede nombrarse como escritora.
Referencias
Gloria Sensi. “El cuerpo entre pragung y disparato”. Montajes del cuerpo, Buenos Aires, Grama, 2022.
Greenaway, P. (Director). (1996). The Pillow Book (film).
Lacan, J., Aún, El Seminario, Libro 20, (1972-1973), Paidós, Bs. As., 2007, p. 14.
Miller, J.-A. Amamos a aquel que responde a nuestra pregunta ¿quién soy yo?. Buenos Aires. Página 12. 2011
Vasquez, S. Algo irrumpe y toca el cuerpo, de la contingencia del amor a la necesidad. Montajes del cuerpo, Buenos Aires, Grama, 2022, p. 143