INFORME DE TESORERÍA - Gestión 2023-24
El dinero y la vida asociativa: en la Escuela se paga por trabajar
Jessica Jara
Procuraré ser económica en este informe:
1. “Tenga claro que usted no puede pagar por no venir.”
Luego de asumir bancariamente los valores de la Tesorería de la NELcf Guayaquil, una de mis principales ocupaciones por la función era revisar el listado de pagos de cuotas mensuales, siendo una de mis primeras preguntas: ¿acaso hay miembros y asociados que pagan sus cuotas para no venir? Al final del período nos interroga el alto número de colegas que no están al día en sus pagos. Estos son asuntos por los que, en distintos momentos, hemos elevado consultas a los órganos institucionales respectivos; pero, sobre todo, nos hacen pensar en la vida asociativa de la Escuela.
En general, hice notas-recordatorios de pago a quienes adeudaban y eso tuvo buenos efectos. En el camino, la Escuela consintió a ciertas esperas por el pago justificadas, con explicaciones implicadas, donde se leía un deseo de seguir perteneciendo a la sección: porque existe un Reglamento Interno de la NELcf que nos rige y establece consecuencias por falta de pago a nivel de la participación, y otras.
Al cierre de esta gestión, me reencontré con el libro “¿Cómo se analiza hoy?”, un título muy actual de un libro de 1984, que recoge el material del Tercer Encuentro Internacional del Campo Freudiano. Ahí encontramos “Poderoso caballero…”, donde D. Bleger, G. Brodsky, J. L. Delmont y G. Réquiz apuntaron a “un significante clave del pacto analítico”: los honorarios, articulando casos donde el analista operaba sobre este objeto de la demanda, rechazándolo o exigiéndolo (Manantial, pp. 124-8).
Me encontré allí con una interpretación muy aplicable a la situación que nos concierne en nuestra comunidad analítica: “Tenga claro que usted no puede pagar por no venir”. En el caso como tal, y en el nuestro, esto implica una demanda de presencia y trabajo. Podemos hacer variaciones lógicas como “usted no puede venir y no pagar” o “usted puede pagar por venir”. Entonces, cabría un letrero en la entrada, de los que le gustan a Miller: “Ud. no puede pagar por no venir a la NELcf Guayaquil”; siendo que, el “trabajador decidido” del que habla Lacan tiene que pagar esa libra de carne, como insistió en su Seminario sobre la ética. Esto contraría el sentido capitalista en el que: trabajas para que te paguen.
Estos asuntos deberían ser motivo de elucidación de cada uno en una Escuela de analizantes.
2. La vida asociativa de la Escuela
Una pregunta de la Directora en una de las últimas reuniones me movilizó a hacer una cuenta silvestre de ingresos y egresos, un ejercicio mínimo para saber si: el valor de las cuotas que pagamos en el estado “ideal”, —es decir, en el que los 7 miembros y 23 asociados pagamos el mes—, alcanzan para pagar las cuentas mensuales de la sede. Gastos que, según mis cálculos y otros proporcionales que Ana María Haddad, —asociada quien amablemente nos apoya con las cuentas—, llegan a $… Esto incluye alquiler, alícuota, secretaria, internet, zoom, mail, etc. Los etcéteras están en los cuadros de Excel. Eso quiere decir que hay que pagar, que no estamos tan holgados.
Al ingreso mensual hay que agregar las utilidades de la Librería por importación y ventas: labor sostenida Ana María Haddad, más los libros en stock; y, el 25% que los cursos del CID Guayaquil, ingresan como aportes netos a la Escuela. Estos son valores adicionales e irregulares, podrían no estar y dependen de gestiones específicas.
Lo que también hay es un ingreso proveniente de las Jornadas de la NEL celebradas en Guayaquil en el 2016, porcentaje de las ganancias que usualmente se lega a la sección organizadora. Esta suma importante, junto a otro ahorro de la sección, se ha invertido en dos pólizas vigentes con el buen interés, en el mismo banco donde la NELcf Guayaquil tiene su capital.
Además de los gastos corrientes, nos correspondió hacer un desembolso inicial comprometido por la gestión anterior. Valor destinado al pago de adecuaciones del local que: por lluvias, falta de uso y mantenimiento durante la pandemia, estaba deteriorado. La inversión se dio en lo sucesivo en la adquisición de equipos y enseres para volver la sede una mejor caja de resonancia de nuestros decires y más acogedora: así nos hicimos de una computadora, micrófonos, parlantes, implementamos una web, compramos sillas, libros para la Biblioteca, algún afiche y banner, bocaditos y flores para reuniones como esta. Ciertamente, en esta gestión se retomó la presencialidad.
En esa vía, la inversión más valiosa a la que aspiramos es a la compra de un local, con valores propios y préstamos, con el deseo de que la NELcf Guayaquil sea refugio y base de operaciones, con una sede para el porvenir del psicoanálisis.
3. Nuestra economía libidinal
El dinero y el tiempo son un real, e hicimos uso de ellos para hacer Encuentros de Escuela con saldos de saber incalculables, —por suerte que hay de lo incalculable en este informe—. Es seguro que el Seminario de la NELcf y las invitaciones a Marcela Almanza y Paola Cornu nos hayan hecho avanzar en la adquisición de recursos materiales para dispensar y proyectar del mejor modo sus enseñanzas y, transmitir, hacernos ver y oír, en el Campo Freudiano.
El paso de la anécdota a la lógica no impide pasar por la anécdota. Básicamente noto que mi “economía libinal” se desplaza con mis itinerarios, así he realizado los pagos referidos desde la casa, el consultorio, aeropuertos, Santiago de Chile… en pleno almuerzo en Quino con ustedes departiendo. Ahora que tomaré un descanso de los pagos contra el reloj, quiero agradecer a Ana María Haddad: sin ella no habría tan cuidadosos informes ni nada que sobrepase mi sentido contable; a Joseline por acompañar los pagos y archivar los respaldos porque he pedido facturas de cada cosa, como conviene.
Gracias al Directorio, a Ana Ricaurte y Mayra de Hanze por la confianza, por la ocasión de cumplir la función de tesorería, que es importante, a veces engorrosa, pero alguien tiene que estar allí. De ese modo participé en el Directorio: en las reuniones políticas donde se discuten, se deciden, se orientan asuntos fundamentales y coyunturales de la formación, la práctica, la vida de la sección y el psicoanálisis en nuestra localidad. De esta experiencia, de esta enseñanza me serviré para lo que se viene en esta misma comunidad de trabajo, que por la permutación y la contingencia, se vuelve Otra.
Nos queda por seguir trabajando sobre el lugar de esa sustancia secreta del dinero en la economía pulsional de los integrantes de la comunidad analítica, lo libidinal que se juega en lo antes expuesto.
20 de noviembre del 2024