INFORME DE SECRETARÍA - Gestión 2023-24

 

(…) El secretario es aquel que tiene el concepto, que elige hacerse el destinatario de la historia, escuchar esto antes que aquello, su función bien la indica su origen latino, secedere, el que distingue, discierne. 

 

Lo recuerda Eric Laurent en referencia a Hegel. 

 

La función en principio de tomar nota del trabajo y orientación de un Directorio para presentarlo y hacer lazo con el otro de la comunidad analítica ha alojado condiciones de extensión hundiendo sus pies en la intensión y la intensión es acercarnos al Seminario de Orientación Lacaniana que dicta Miller, en esta vía vale recordar: Política Lacaniana, El banquete de los analistas, Todo el mundo es loco y Sutilezas analíticas, lecturas, participaciones e intercambios entre miembros y asociados que ha tenido su impronta en la participación de Jornadas, Encuentros y Congreso. 

 

Al interior en el trabajo para nuestra Sección, en el encuentro sobre la práctica analítica de la Orientación Lacaniana, sostenida por el Directorio y animada por Marcela Almanza con la participación de miembros y asociados. Cerrando con La formación analítica con la orientación del fin de análisis y el pase, con la participación de Paola Cornú y el entretejido armado por el Directorio junto a sus miembros y asociados.

 

 Quisiera también recoger unas pocas resonancias que me dejan estos dos últimos Seminarios y que ayudaron mi recorrido teórico y clínico. 

 

Todo el mundo es loco, Cada uno en su mundo

 

 Interpretar el psicoanálisis en términos de la resistencia, daba cuenta que la palabra solo tenía efectos hasta cierto punto, la resistencia bien podía ser el nombre de lo que Lacan descubrió como las especies del goce. 

 

Lacan pensó haber superado este obstáculo cuando propuso interpretar el psicoanálisis con el pase, sin duda la mayor interpretación que dio del psicoanálisis. Interpretó que el psicoanálisis debía tener un final que permita pasar del registro de la palabra al registro del goce, que traducía ese pasaje. 

 

Lo notable es que articula el inicio y el final en términos totalmente diferentes. Articula el inicio en términos significantes y el final en términos de goce. Dice exactamente fantasma. 

 

Todo el mundo es loco está referido a la locura genérica, universal, no es la psicosis, ésta es una categoría clínica, con la que tratamos de capturar algo que se inscribirá en el universal, es una locura que despliega o entrama un delirio, es este entramado que tiene el tejido de un saber, empieza cuando a un significante que está solo, se le articula otro: 

 

S1——-→S2/S=d 1 

 

Es decir que cuando a un S1 se articula un S2, se produce un efecto de significación que escribe Miller d1 . Es lo que queda claramente presentado en la tesis de Lacan, donde explica extensamente el delirio de la mujer de letras que fue Aimée. 

 

La despatologización lacaniana no borra los distingos estructurales sino que, por el contrario, pone de relieve los bordes del modo de gozar. 

 

La verdad que habla en la palabra, es esa la verdad que cierne el modo analítico, verdad emparentada con el goce y la locura, terna en la que habría que ubicar el lugar del Ya-Nadie, recordemos que éste es el lugar del sujeto pero designado desde antes que el significante desarrolle sus volutas capciosas que hacen olvidar que ahí donde se sufre se goza. 

 

Es el lugar del sujeto pero nombrado en tanto redondel quemado en la maleza de las pulsiones, es decir, del goce. 

 

Y la sutileza analítica nos plantea que si el psicoanálisis alivia, terapeutiza, es porque autoriza el deseo en su deformidad estructurante. 

 

Agradezco a este Directorio que ha sabido respetar ese modo tan particular de tomar notas, desprolijas, olvidadas y muchas veces a destiempo. Ha sido sólo bajo ese modo que se sostuvo mi deseo y suscitó la transferencia de trabajo. 



 

Mayra de Hanze