Una traza de viento para introducir nuevamente el tiempo
Y lo real irrumpe sin vestigio de tiempo, tiempo alguno, tiempo de tiempo. Un rugido de tierra, Ecuador. Y arrasa hasta devastar. Y el cuerpo, ¿a todo esto?
La ruina , la esquirla, más no desecho.
Una traza de viento para introducir nuevamente el tiempo. Habrá que esperar. No es hora de mañana, no hay prisa, no podría, no la busquen. Habrá que esperar. El desarme ha llegado , no pensemos en armas , si no en cuerdas que se destejen de Eros , que buscan el ojo amigo como en el nudo de la imagen de Eielson.
Y sí, la mirada también va a mutar. Llegará entonces un tiempo nuevo, repasar paisajes , juntar vituallas , enhebrar con el pulso afectado. Signos en la piel , no serán orfebrería de la casa del tatuador, signos en la piel, como una fiebre , diosa calentura que respira en el vello. ¿Soñar? Qué bueno sería para atrapar un instante, para coser la herida, mas no toda, algo para que fecunde el resto y aquello que ya no será, encuentre albergue donde noticiar la espuma como un temblor de encuentro.
Laura Benetti.
Hermoso texto…seria bueno que los gobiernos tuvieran presupuesto como para prevenir, educando a las personas sobre la importancia de la construcción en caña por ejemplo, ya que hoy día es un avance ademas por la importancia ecológica.