Sobre el significante Uno (ecos de una reunión del Seminario de Formación Lacaniana)
por Mónica Febres Cordero
En la clase del 2 de Marzo de 2011 del Seminario «El Ser y el Uno», Miller hace referencia a la doctrina de los neo-platónicos, sobre todo a Plotino –quien es retomado por Lacan en el Seminario 19- para explicar por qué el ser depende del Uno.
El significante Uno es el núcleo del discurso y cada significante puede ser considerado como Uno. Es este el sentido de la henología dominando la ontología.
El significante, que existe como real, condiciona los equívocos del ser en el discurso, es decir, todos los semblantes que se definen en relación a lo discursivo.
El Uno original es un significante majestuoso, dice Miller, una especie de dato básico, diferente al uno que aparece en la serie de los números.
Este significante, como Uno, permite pensar la marca y la falta. Porque a partir de la marca originaria es que se puede contar la serie de los números: 1, 2, 3.
La condición primera es pasar por su inexistencia. Miller lo escribe con el I (cifra romana) y dice que se trata de un uno que se borra y aporta la falta.
La falta se sitúa como el conjunto vacío de la teoría de conjuntos. Una vez que la falta se obtiene, se puede desplegar la serie de los números a partir del 1 borrado.
Hay que considerar un círculo al lado del I. Ese círculo equivale al borramiento de I, a su falta. Para dar nacimiento a la serie de los números, se convierte en cero.
Se trata del origen del Uno solo, del primer Uno y su borramiento es necesario en el inicio.
Es el Uno original del significante el que es puesto a trabajar en el análisis: es el principio de la asociación libre.