SEMINARIO CID Guayaquil 2016: LA ESTRATEGIA DE LA TRANSFERENCIA EN EL MARCO DE LA VIOLENCIA EN LAS INSTITUCIONES. ¿Cómo establecer la transferencia en el trabajo con adolescentes posicionados fuera de la norma?
LA ESTRATEGIA DE LA TRANSFERENCIA EN EL MARCO DE LA VIOLENCIA EN LAS INSTITUCIONES. Cómo establecer la transferencia en el trabajo con adolescentes posicionados fuera de la norma? [1]
Ana Ricaurte Q. (Coordinadora)
La apuesta para tal propósito es que el estudio teórico previo, la selección de conceptos, la reflexión para la aplicación de los mismos, la observación y seguimiento de otros proyectos en distintos lugares, nos permita encontrar la forma propicia para lograr el establecimiento del vínculo que se denomina transferencia en la teoría y la práctica psicoanalítica, como condición indispensable para el tratamiento. Es una apuesta a la creación del vínculo terapéutico en condiciones donde el sujeto tiende a la desvinculación del Otro.
Procedemos al análisis del contexto que propicia esta tensión:
La ley de hierro de la época de la forclusión del amor apresa al parlêtre enfrentado a la violencia de la irrupción de la adolescencia. Las prácticas de la violencia como modo de vida de adolescentes próximos al agujero, como los denomina Lacadeé, los psicoanalistas podemos leerlas desde su relación al goce más que al sentido, que Lacan pone en relación a una época de forclusión del amor que pasa a ser sustituido por una ley de hierro. La violencia de la época que ha puesto al objeto plus de gozar en lo más alto, alcanza al hablante ser en el tiempo de la pubertad, en el que la adolescencia misma es violencia, en tanto que irrumpe en la vida del niño acostumbrado al sí mismo, con lo extraño en su cuerpo, lo Otro.
Frente a los efectos de pérdida de confianza en la palabra que hace lazo con el Otro, sin embargo la apuesta es por dar lugar a esa palabra, por la conversación que propone Lacadeé, para el adolescente que de manera errante vagabundea sin encontrar el lugar y la fórmula. La palabra que corresponde para que pueda hacer lazo, es la que acoja la dimensión del objeto, lo singular, si se toma la chance, la oportunidad de algún sesgo de vecindad al consentimiento del Otro en la transferencia, enganchando algún detalle que muestre una variación, un punto en el que al parlêtre se le haga posible consentir a una relación que introduzca una regulación de su goce, y que pueda pasar de la lengua propia y ser acogida en la lengua del Otro.
Es con la extracción de esa singularidad que el psicoanalista hace el reverso de la biopolítica, como enunció Eric Laurent en el último congreso de la AMP.[2]
Para no dejarlo estancado, como dice Miller[3], “en la constitución de una subcultura, distribuida en contrasociedades, cuya hostilidad va en aumento a medida que se cierra el horizonte de integración de sus miembros”. Fraternidades de goce que no se someten ya al contrato social que regula el goce de los que se resguardaban asi de la muerte[4]. “…esa avidez tan contemporánea de hacer lazo, pero un lazo vaciado de toda obligación a hacer sociedad.” [5]
Es con estas referencias que fundamentamos el proyecto de un abordaje de los aspectos subjetivos singulares de adolescentes con prácticas fuera de la norma, para su inclusión social, con el que queremos hacer reverso de la política pública de salud que rige los programas psico-socio-educativos de las distintas instituciones, que ofrece un único bien y una única felicidad para todos, alcanzando la dimensión pasional de la imposición superyoica de sus ideales.
Las prácticas realizadas en instituciones educativas de la ciudad con adolescentes derivados por su objeción a las normas llevaron a un estudio de estas figuras de la separación en la clínica actual, que en tanto actual, las hemos situado en lo que Lacan define en el seminario XXI, con la forclusión del amor y una ley de hierro. Son sujetos en los que encontramos un débil vínculo al Otro, situación que podemos hacer equivalente a una conexión con el objeto, con el goce. La desconexión con el Otro es equivalente a la conexión con el objeto.
Eric Laurent establece las diferencias entre las pasiones del ser, que son pasiones de la relación del sujeto de la falta en ser, con el Otro, es decir son Pasiones del Otro; contrastando con las pasiones del alma, o de la conexión al objeto, la relación del parlêtre al goce.
En el espacio de conversación sobre la Violencia en las instituciones, vía webex con analistas de distintas ciudades de América, recogemos las observaciones que hizo César Skaf analizando un cambio en la posición subjetiva de los delincuentes con los que trabaja en la penitenciaría en Curitiba: no existe más el orden, la organización del delito, podríamos decir lo simbólico del delito, que los hacía planificar, apuntar a un botín, etc. y sorprende en lo actual, la perentoriedad con que se cometen los delitos, como irrupciones de goce, soltándose de lo simbólico que los lleva a continuos pasajes al acto. Entonces, sucede, el crimen contingente, inesperado.
En el Seminario de Formación Lacaniana en la red virtual de las sedes de la NEL, Sergio Laia, el 24 de Septiembre del año en curso, aborda el tema de Violencias y Pasiones, puntualizando que hay un simbolismo del delito, del acto criminal como un simbolismo parcelario del acto. Es un querer decir que revela una opacidad, que parte del Uno aislado que se impone apartado de la cadena, reduciéndolo a un enjambre de frases con efectos de despedazamiento subjetivo en lugar de la falta en ser.
Hay que encontrar el elemento que pueda articular eso, es decir, pasar del enjambre de frases al Un solo elemento al que obedecen. Un S1 que ha perdido la función de operador de la cadena significante. En la estrategia del psicoanalista hay que poder leer en el enjambre de su vida un elemento en el que el sujeto pudiera nombrarse, en lugar de la maraña de códigos alfa numéricos con que lo abordan en las instituciones que precarizan más su inserción social. Encontramos en su propuesta la importancia de sostener un nombrarse que humanice el intento de orden de hierro que muchas veces han conseguido en agrupaciones que rechazan el contrato social.
La apuesta de Sergio Laia es que hay una lógica en el enjambre que se presenta como una errancia absoluta, y hay que preguntarse cómo nuestras intervenciones puedan encontrar esa cierta lógica que organiza así esa vida.
Teniendo en cuenta que la conexión al objeto indica su proximidad a lo real, interesa aquí la sustitución del inconsciente transferencial por el parlêtre a la que nos referencia J-A. Miller[6]. Esto trae también “un desplazamiento del concepto de síntoma del inconsciente al sinthome del parlêtre. Como ustedes saben, el síntoma como formación del inconsciente estructurado como un lenguaje es una metáfora, un efecto de sentido, inducido por la sustitución de un significante por otro. Por el contrario, el sinthome de un parlêtre es un acontecimiento de cuerpo, una emergencia de goce”.
“Al desplazar la interpretación del marco edípico hacia al marco borromeo, el funcionamiento mismo de la interpretación cambia, y pasa de la escucha del sentido a la lectura del fuera de sentido”[7]. “Una psicoterapia desemboca siempre en definitiva en que el paciente es el que debe escuchar, escuchar al terapeuta. Se trata por el contrario de explorar lo que el psicoanálisis puede a nivel propiamente dicho de la lectura, cuando se toma distancia de la semántica”… ”Se trata de apuntar a la fijeza del goce, la opacidad de lo real”, atravesando la ilusión de la verdad del deseo.
Tratándose del parlêtre no sería por el lado del sentido, de la articulación imaginario simbólica que se lo puede abordar. En su relación al fuera del sentido, el deseo del analista apunta al significante que lo representa en el goce. “El analista a partir de su acto de «desapego» [6], promueve una acción concertada en reconducir el significante a su desnudez, es decir, a un no saber ni a suponer sobre la significación que el otro le asigna a su palabra o al amor mismo”[8]
Retomando el tema de cómo situar la transferencia en un trabajo con los adolescentes que Lacadée denomina sujetos próximos al agujero, esto plantea una interrogación puesto que no está en este panorama la transferencia como dirección a un sujeto supuesto saber. Panorama que reduplica una forma contemporánea, bajo el paradigma de la incertidumbre, de una laxa relación a un Otro que no sostiene lo simbólico.
Entonces, preguntarse de qué transferencia se trata se convierte en tema de investigación, puesto que hemos propuesto que nuestra inserción en el trabajo con adolescentes en la institución, se basa en instalar la conversación, en los distintos sitios que acogen adolescentes donde están los intervinientes de este grupo, la institución educativa, el Centro de adolescentes en conflicto con la ley y la Unidad de recuperación de conductas adictivas en un hospital de la ciudad. En primer lugar, el destinatario de este propósito es el adolescente mismo, pero también los otros de la institución. Instalar la conversación es vía la transferencia.
Seynhave en su trabajo en la institución trae la referencia de Lacan en La proposición en la que habla de la transferencia, En el 67 cuando habla del algoritmo de la transferencia, el inconsciente es pensado todavía como un discurso, es el inconsciente transferencial. Al final habla de ics real. La urgencia pensada desde lo real, es de otra manera. En el Prefacio de la edición inglesa del seminario 11 habla de casos urgencia; aquí la urgencia de Lacan se sitúa en la juntura de la palabra y el goce. Es esa urgencia la del siglo xxi. Hay un acto que tiene que realizarse para que algo bascule. Cuando un niño es llevado en urgencia, es preciso que se abra algo para que sea el niño quien pueda dirigirse a la institución (que presente una demanda)[9]
En el caso que presenta Lacadée, La fuga de Lucie [10] , dice “Hará falta todo un recorrido alrededor del punto central establecido por la transferencia para que esta joven se dé cuenta de que su exilio era, de hecho, la consecuencia del despertar de su propia sexualidad…” En el pasaje al acto, en que el sujeto se excluye de la escena, evitando la angustia, la transferencia restituye una posibilidad de saber de ese punto central en que responde así al peso de la dimensión del objeto que se le impone. En el seguimiento de varias experiencias clínicas que orientan a nuestro proyecto encontramos que la transferencia se sostiene más que en la interpretación que queda del lado del sentido, en una presencia que amortigua el goce y “ayudarlo a encontrar un lugar donde alojar su sufrimiento para elaborar su propia fórmula…. Que tendrá valor de suplencia allí donde lo que se rechaza es la fórmula del Otro”[11]
Se trataría de una performance más que interpretación. Marie HélèneBrousse habló de perfomance en el SCF en relación con pensar la cuestión de la transferencia y de la intervención del analista a la luz de la última enseñanza de Lacan.[12]
Hebe Tizio[13] dice que hay casos que pueden sintomatizar la desinserción de sus vínculos familiares, de trabajo, y pueden construir algo bajo transferencia. Hay desinserciones que pueden ser tratadas por la vía de la reconexión transferencial con un analista. Es una presencia que suscita en el sujeto la posibilidad de encontrar un nuevo anudamiento para su vida. El analista puede sostener la función de sinthome para que el sujeto pueda inventarse un nudo.
Para Eric Laurent[14] el analista sostiene la pasión de la transferencia que es lo pulsional de la transferencia. “El analista es situado de entrada como trauma. Esto implica que no es simplemente significante sino que, inmediatamente, es también objeto para el analizante. Y esto es muy difícil de soportar para el analista”. Señala las diversas estrategias implementadas por los analistas a los largo de la historia del psicoanálisis desde la contratransferencia hasta respuestas por el saber. La orientación de los finales de análisis es que el sujeto puede atravesar más allá de la garantía del padre.
Otra observación se deriva de la conversación con algunos emprendimientos sociales respecto al malestar de los adolescentes en contextos violentos. Vemos que hay algunos que con objetivos y procedimientos muy diferentes a la orientación a lo real del psicoanálisis, consiguen alejarlos de la deriva a la pulsión de muerte y de la exclusión social, acogiéndose a ideales transmitidos por esos proyectos, uno bueno para todos, como ofrece de manera especial la beneficencia. Posiblemente no se trata de sumar allí nuestra lectura de la singularidad, sino más bien cuidar el lugar específico de atender los restos sintomáticos, lo que no llega a ser tratado por la vía del ideal y que insiste a pesar de ellos.
Revisando los aportes de analistas en distintos lugares implicados en un interés afín al de este trabajo, se destacan nuevas formas de intervención que apuntan al S1 no como la reducción de la lectura que elimina el sentido a lo largo de un análisis, sino encontrando lo que hizo la ruptura de la cadena que pasa a la forma de enjambre, pérdida de sentido en un SER NOMBRADO PARA, que es el uso no humano del significante. Donde el sujeto ha perdido la función del S1 como operador de la cadena significante, hay una lectura de los S1 sueltos como enjambre no encadenados pero apuntalando algún detalle que haga de sostén de la cadena simbólica, que como dice Sergio Laia, es un elemento que pueda servirle de nombre.
[1] Conclusiones de Ana Ricaurte en el Seminario de Investigación del CID Guayaquil 2016 presentado en el grupo de discusión para la Mesa sobre Violencia en instituciones en las Jornadas de la Nel en Guayaquil, Octubre 21 de 2016.
[2] Laurent, Eric. Pensar con su alma o hablar con su cuerpo. Entrevista realizada por Philippe La Sagna en el marco del X Congreso de la AMP en Río sobre la publicación de su libro “Lénvers de la biopolitique. Une écriture pour la jouissance”. Psicoanálisis inédito.com
[3] Miller, J-A. Prólogo al libro de Damasia Amadeo de Freda, (2015) El adolescente actual. Serie Tyché.
[4] Laurent, Eric, De la locura de la horda a los triunfos de las religiones. conferencia dada en Brest el 16/1/2016 bajo el título “La locura en el siglo XXI y los triunfos de las religiones”, publicado en el Blog de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, http://ampblog2006.blogspot.com/2016/01/de-la-locura-de-la-horda-los-triunfos.html
[5] Bernard Lecoeur. El infierno de lo continuo. Entrevista de Télam sobre su libro El Hombre ebrio. Télam S.E. Agencia Nacional de Noticias, Argentina. http://www.telam.com.ar/notas/201411/84309-en-el-infierno-de-lo-continuo.html
[6] Miller, J-A. El inconsciente y el cuerpo hablante. Conferencia de presentación del X Congreso de la AMP.
[7] Miller, J-A. Leer el síntoma. Freudiana 17. ( O, Blog ELP http://www.blogelp.com/index.php/leer-un-sintoma-jacques-alain
[8] Lijtenstins, Claudia. La transferencia de Freud a Lacan o el deseo del analista. (Google)
[9] Bernard Seynhave. La práctica lacaniana en instituciones I, p. 154
[10] Lacadeé, P. Por qué los sufrimientos modernos son siempre singulares? La práctica lacaniana en instituciones I, p. 217. Grama ediciones, Buenos Aires, 2014.
[11] Ibid., p. 207
[12] Medín, Gabriela. Comentario en la Conversación de Bernard Seynhave. La práctica lacaniana en instituciones I, p. 178.
[13] Tizio, Hebe. Aproximaciones al tema de la desinserción en psicoanálisis. Freudiana 54, Barcelona, 2008.
[14] Laurent, Eric. Los objetos de la pasión.