NEL- Miami: Reseña Seminario Internacional
1-SEMINARIO INTERNACIONAL
“NO ES LOCO QUIEN QUIERE”
La Nel -Miami, el pasado sábado 12 de noviembre 2016 contó con la valiosa presencia de Anna Aromí, reconocida Psicoanalista de la ELP y la AMP, AME, AE (2013-2016) quien con su palabra “entusiasta” logró una transmisión teórica -clínica rigurosa que posibilitó un enlace con el deseo de cada participante. Transmisión que como Anna lo precisa no se hace a partir de un idioma sino a partir de lo que llamamos lalengua. Apostando a que hay algo de lalengua que al final de su análisis ella pudo extraer y que puede transmitir. Un verdadero Seminario, en el que cada cual intervino y debatió, desde su propia pregunta y deseo frente al Psicoanálisis.
A-Política de la singularidad del síntoma -versus- Empuje a la cuantificación y normalización promovida por las políticas actuales.
Desde el inicio Anna apunta a la clínica, con la orientación de lo que Miller planteó en Rio: “Apostemos a que analizar al parlêtre es lo que hacemos y que nos hace falta saber decirlo” pregunta guía para todos los analistas en esta época de empuje a la cuantificación, que pretende eliminar al sujeto y su singularidad. Este movimiento de la civilización lo que enmascara es una profunda angustia en la medida en que el síntoma del sujeto es silenciado. Política del síntoma que tiene en cuenta lo más singular que un sujeto posee. Brújula que nos orienta en la medida en que como analistas lo ponemos a hablar en el dispositivo analítico. Goce del síntoma del cual es responsable el sujeto. Nuestro trabajo clínico estará entonces en ese borde-fino entre responsabilidad y culpabilidad. Teniendo claro que la responsabilidad abre al deseo y a el trabajo, mientras que la culpabilidad es presencia superyoica (pulsión de muerte). En este contexto Anna nos ubica como: “Es claro que el rechazo al inconsciente que promueven las políticas actuales lo que acrecientan es la pulsión de muerte”. Es por ello fundamental la presencia del discurso analítico en las políticas públicas y en lo social. Y concluye: “El reto para el psicoanálisis será la respuesta que el psicoanalista da, de cómo respondemos a las características de cada época:”. Un modo de hacerlo será dando cuenta de la singularidad del psicoanálisis de su operatividad y eficacia.
B-Lo singular del psicoanálisis: Su capacidad de invención y transformación. Agujero en el saber.
Anna nos precisa: “Todos locos apunta a una clínica irónica. Porque la ironía es el instrumento más preciso para descompletar al Otro.”. Una clínica de la chifladura de cada uno y no de su normalidad. Es una clínica a partir de la inexistencia del Otro. La caída del padre del Edipo pone el objeto en el cenit. Freud pensó la locura como déficit: perdida de la realidad. Con el último Lacan la perspectiva cambia y ya no se pregunta por lo que falta sino por aquello “que hace que no deliremos todos”. El ultimo Lacan democratiza el “Agujero para todos”. En lo simbolico hay un agujero fundamental: Falta un significante (A/) por estructura; pero además hay otro agujero en el lenguaje y es la no correspondencia entre significante/significado. Ese agujero que se intenta tejer con la metáfora y la metonimia, deja de todas maneras un agujero en el que los neuróticos: deliramos con el fantasma, con el NP, con el Edipo etcetc. Esto llevó a Lacan a dar un giro radical en la clínica, en la medida en que el Edipo dejó de ser el sostén de la Normalidad. En otras palabras, sostenemos una clínica donde la condición es: servirse del padre para ir mas allá. “Para poder analizar al parlêtre es pues necesario hacer el duelo por el fantasma de la “normalidad”.
Nuestra brújula clínica está en el pase, porque son los AE los que dan cuenta de las soluciones singulares que han encontrado al agujero. Es este el antídoto al fantasma de la Normalidad.
C- El Pase. El final del análisis: Testimonio y Transmisión.
Una invención-solución al agujero: El pase como brújula
Lo que se obtiene al final de un análisis es algo que apunta a lo más original de cada sujeto al “resto” que es imposible de socializar. Es lo que cada AE da cuenta al final: haber cernido ese resto-goce que no se deja captar y que como lo dice Anna es “incivilizado”. Esto es lo que llamamos la orientación a lo real. Partimos de la base de que no todo el goce se puede normalizar.
Los AE muestran que es posible encontrar una solución al agujero. “Pero lo muestran porque han encontrado el agujero”. Cada AE testimonia entonces de su “chifladura” y de lo que se trata es que el Psicoanálisis siga existiendo.
El paso de analizante a analista es lo que el pase trata de iluminar. En el pase se le pide al candidato que hable de su experiencia como analizante y no como analista. Cada analista tendría que mantener viva la pregunta de por qué fue al análisis…[..] “Si alguien hace del psicoanálisis una causa para su deseo: ¿cómo llego hasta ahí? ¿Qué amor, que satisfacción de deseo se tejió para cada uno con el psicoanálisis?”
Finalmente asistimos a un acontecimiento de Escuela, con el testimonio del pase de Anna quien contagiando al auditorio con su entusiasmo- vivo nos mostró para qué le sirvió el psicoanálisis y de cómo el psicoanálisis se sirvió de ella para producir una analista. Fue el análisis lo que le permitió aclarar su lugar en el mundo y encontrar una cierta distancia con el cuerpo. El “caos” de la no- proporción sexual, le daba un “sentimiento trágico de la vida” que la histeria condensaba en no querer saber nada de la mujer. La demanda era de normalizar y tener ese orden imposible y esta misma demanda introducía a su vez, el caos. La “normalidad y lo real” van siempre en caminos opuestos.
En este su propio proceso Anna nos transmite como finalmente el analista quedó reducido a un “punto de luz” complemento sintomático de ese objeto (gamba- desnuda). De ahí en adelante el análisis se volvió una travesía del desierto con una única brújula: la angustia.
Solo el final el análisis le abrió la puerta a la docilidad y a consentir al Otro barrado (A/) que le permitió atisbar un trozo de real. Separando el “sentí-miento” trágico de la vida. Pudo experimentar la mentira del sentido
Acontecimiento de Escuela porque asistimos al bien- decir de una experiencia que por lo mismo deja resonancias en todos los participantes. Sus ecos nos convocan a sostener aquel deseo que nos llevó a análisis articulado a la causa de la Escuela.
2-EXPERIENCIA DEL CONTROL
El Domingo 13 de noviembre estuvo dedicado a la reflexión sobre el control. Aquí de nuevo Anna nos transmitió su experiencia con respecto a el control como práctica, en la que puede aparecer el superyó institucional. Control que la Escuela no exige, pero que tiene que ver con la Ética que sostiene el acto analítico. El control es un instrumento que se sostiene en ese borde en el que toca por un lado el propio análisis y por el otro la practica analítica. “Acudir a controlar es un modo de tratar el “resto” transferencial que dejó el final del análisis”. Finalmente, y a manera de resumen: “el control es la manera de poner en acto un nudo de clínica epistémica y política a condición de que el analista que va a controlar se juegue algo propio”.
En este marco contamos con la participación de 2 colegas: Isolda Arango-Álvarez, Miembro de la NEL-Miami y Maria López, Asociada de la Nel -Miami quienes, con la presentación de casos de su propia clínica, contribuyeron a sostener y continuar puntuando la importancia de la práctica del control.
De manera muy especial agradecemos a Anna Aromí su trabajo, su entusiasmo y transmisión. Por otro lado, agradecemos a los participantes que en el contexto de este seminario no solo participaron, sino que con sus preguntas e inquietudes contribuyeron a hacer de esta experiencia un verdadero Seminario.
Maria Eugenia Cardona
NEL-Miami.