Las madres en la época
Las X Jornadas de la NEL, en México, “¿Qué madres hoy? Vicisitudes en la experiencia analítica” tendrán lugar del 19 al 21 del mes de octubre de este año. La sede Guayaquil ha participado en la preparación de las mismas a través de textos y contribuciones por parte de miembros y asociados. El blog de la sede inicia su publicación e invita a su lectura.
Esas madres, esas, » las locas de la plaza»
Por Adriana Pérez Fournier. Asociada NEL-Guayaquil
Locas, así las llamaba la prensa y el régimen dictatorial militar imperante en Argentina por los años 70, a esas madres que querían saber sobre sus hijos desaparecidos.
El periódico Le Monde, de Francia, en su editorial de aquel momento 19 de octubre 1977, así lo refería: ««Las autoridades argentinas las llaman «Las locas de Mayo« porque todos los jueves desfilan dignas y silenciosas. Esas «Locas de Mayo», esas madres de familia, locas de inquietud y de esperanza, no saben si su hijo o hija, están todavía vivos».
«Una delegación de esas «Locas de Mayo», ha recorrido Europa, para hacer compartir sus angustias, y que alguien las escuche»
«»En efecto hay que estar loco, locas de dolor para enfrentar a los militares, hay que estar loco para pedir razón a un gobierno que persigue, tortura y hace desaparecer personas, jóvenes la mayoría de ellos». (Telam 30-04-2015)
Estas mujeres, madres, en su dolor comenzaron a reunirse en la Plaza de Mayo, querían saber la verdad, dónde estaban sus hijos, en un momento donde estaba prohibida la palabra, las reuniones, así que al grito de la policía de «circulen, circulen», comenzaron a circular alrededor de la pirámide de Mayo, símbolo de la libertad, y comenzaron todos los jueves su ronda.
Y sí, circularon, lo hicieron de modo borromeico, único modo de hacer nudo y no soltarse, y no volverse locas del todo, frente a ese real del horror imperante.
Pasaron más de 40 años y aún vivas algunas de ellas así lo testimonian:
«La gente estaba asustada«, recuerda Gastelú, con 88 años. «Si mencionaba en la peluquería o en el mercado que habían secuestrado a mi hijo, la gente salía corriendo. Era peligroso hasta escuchar. Pero yo no podía quedarme callada. Necesitábamos que todos nos escucharan, aunque no nos creyeran. Quizás por eso al principio nos llamaban ‘las locas de la Plaza«, afirma.
«Y claro que estábamos locas«, añade Almeida. «Locas de dolor, de impotencia. Se llevaron lo más preciado para una mujer, sus hijos.».
(…) todas las mujeres son locas, que se dice. Es también por eso que ellas no son todas, es decir, locas-del todo, (…)»,[1] así lo referirá Lacan en Televisión, jugando con el equívoco luego de haber retomado el impasse freudiano. Produce una separación entre la mujer y la madre para pensar una salida a lo femenino, produciendo una duplicidad de goces, el goce fálico y el goce femenino, ubicando ese no-todo, este goce femenino del cual el sujeto femenino puede no saber nada, salvo«que lo siente». Este goce femenino toma esa forma de misterio, de enigma, y es por donde la locura y lo femenino se tocan, y también puede ser motivo de odios y segregaciones violentas.
Las madres de Plaza de mayo, madres de hijos desaparecidos, no locas del todo.
El todo loco desregulado y sin ley estaba del otro lado, de los que encarnaban un poder y un goce mortífero sin límites.
Y si el psicoanálisis tiene un mérito entre tantos otros, es haberles restituido la palabra a las mujeres, ofrecer su escucha a esas locas, esas posesas que había que encerrar en otros tiempos, no se sabía qué hacer con ellas.
Notas
1. http://www.ruinasdigitales.com/revistas/ddhh/1980%20-%20Locas%20de%20Plaza%20de%20Mayo.pdf
2. http://es.rfi.fr/americas/20170430-las-madres-de-la-plaza-de-mayo-cumplen-40-anos-de-lucha
3. Lacan. J. Television. En Psicoanálisis, Radiofonía y Televisión, Barcelona, Anagrama 1977, pág. 128
Acompañamiento musical
Cueca sola o Si no puedo bailar, tu revolución no me interesa.
Por Edgar Vázquez, Asociado NEL Ciudad de México.
El tema «Ella danzan solas» fue escrito por Sting (aunque originalmente editado en inglés y solo algunas frases en español) para su tercer disco solista «…Nothing like the sun», publicado en 1987, disco que le consolidó como músico y compositor con nombre propio, luego de una celebérrima trayectoria con The Police, una de las bandas más importantes e influyentes en la historia del rock. No obstante, los intereses de Sting iban mucho más allá de los géneros musicales, durante 1986 se une al Tour de Amnistía Internacional y, en ese viaje, al igual que el resto de los músicos participantes es informado sobre la situación mundial de los presos políticos, víctimas de tortura, desapariciones forzadas y crímenes perpetrados por los estados, incluso en aquellos que se presumía una vida democrática.
Este viaje lo lleva a Chile, ahí se toma noticia de un grupo mujeres que luchaban por saber de sus familiares desaparecidos durante la infame dictadura pinochetista, que paseaban carteles con la foto de su familiar. Quedó sorprendido por su fuerza, por su valentía, por su dignidad. Un gesto que le resultó particularmente conmovedor fue presenciar un baile entre estas mujeres usando un pañuelo blanco y vestidas de luto, simulando estar con el espíritu del familiar cuya foto llevaban colgando en el cuello. Ese baile conocido como «cueca» tiene amplia difusión en toda la zona andina, siendo además la danza nacional chilena, se baila en parejas, las figuras simbolizan las diferentes etapas de un idilio en el que los danzantes se buscan, se acercan y se esquivan, repitiéndolas en rondas, es por ello que la segunda parte del título de la canción es «Cueca sola».
Durante la visita de Sting a Buenos Aires el 15 de octubre 1988, como parte de la gira Human rigths now! de Amnistía Internacional y en el marco del 40º aniversario de la Declaración Internacional de los Derechos Humanos, se presenta en el Estadio Monumental e interpreta esta canción acompañado por Peter Gabriel, otro músico sumamente comprometido con esta causa. En aquella ocasión Sting gestionó un encuentro privado con las Madres de la Plaza de Mayo, para luego invitarlas a subir al escenario durante el desarrollo de la segunda mitad de los versos y bailar una ronda mientras sonaba la sección final de la canción, que si bien no podríamos decir que es alegre, es sin embargo bailable, un gesto de conmemoración del deseo vivo en el que habitan las víctimas de la dictadura militar.
En esta ocasión, no sin antes agradecer la invitación a presentar este acompañamiento musical, nos unimos a la sentida convocatoria de nuestra colega Adriana Pérez Fournier y compartimos este acompañamiento musical no solamente para recordar a las madres de los desaparecidos en las dictaduras militares de Pinochet en Chile, Videla en Argentina, Stroessner en Paraguay, Banzer en Bolivia, Somoza en Nicaragua y un triste etcétera, es también para los miles de desaparecidos -cuya cifra sigue siendo lamentablemente incalculable- en nuestro país. A manera de cierre, querría evocar una frase atribuida a Emma Goldman, referente fundamental en la lucha por la emancipación de la mujer en la primera mitad del siglo pasado, quien en respuesta a un compañero que desaprobaba el que estuviera bailando, le espetó: «Si no puedo bailar, tu revolución no me interesa».
Presentación del tema Ellas bailan solas, de Sting, interpretado con Peter Gabriel. (Tema propuesto por Adriana Pèrez Fournier): https://www.dailymotion.com/video/x2u2dia