La orientación del S (A) tachado – Conversación – ENAPOL
Conversación de Nel Guayaquil con Lizbeth Ahumada “Del trabajo de transferencia a la transferencia de trabajo”
Por: Ana Ricaurte Q. – Abril 29, 2021
He ido hilando una reflexión junto a la investigación que está dándose en las Escuelas sobre el tema del X Enapol “Lo nuevo en el amor. Modalidades contemporáneas de los lazos”. Traigo algunos puntos de las conversaciones hacia Enapol que puedo articular con la línea propuesta para conversar en la sede “Del trabajo de transferencia a la transferencia de trabajo”. Entonces, sitúo este nuevo amor con referencia a la experiencia analítica. Van estos hilos un poco sueltos, esperando hacer nudos con esta conversación.
Dijo Romildo do Rego, en la segunda conversación de Enapol, la articulación del amor de transferencia y lo nuevo necesita una mudanza conceptual y señala una línea de trabajo: que el amor de transferencia se separe del carácter ilusorio con el objeto a.
Demos importancia a esta indicación, para no olvidar que el discurso analítico da lugar al deseo más allá de los meandros imaginarios con el amor, en el que muchas veces está incluida su contracara, el odio del Otro. Romildo dice que la gran invención de este discurso es un Otro que responda de otro modo. El citó a Michel Silvestre sobre este amor que le hace contra a la pulsión de muerte.
Portillo en la segunda conversación, dice, el amor lacaniano no es reencuentro, es invención. Es un amor que se inventa en la experiencia de análisis, algo nuevo.
Iordan Gurgel en una entrevista sobre el tema de Enapol se refiere a un despertar para un nuevo amor, al haber tomado el síntoma que lleva la marca de un amor pasado. Y la posibilidad de indagar indagar lo que sucede con el amor en ese trayecto, recorrido que va desde el inicio al final del análisis.
Para Alejandro Reinoso, algo nuevo es lo que hace disyunción en la repetición. Y no sólo al final de un análisis, sino también en las entrevistas preliminares. Con esa puntuación podemos ver que en una entrada en análisis se trata de algo nuevo respecto a la queja con la que alguien llega a buscar a un analista, al igual que en algún momento que se da una rectificación, un movimiento en la posición de goce, surge algo nuevo que hace disyunción con lo anterior, con el programa de goce instalado. Y algo que nos interesa sobremanera en la conversación de hoy es lo que Alejandro Reinoso propone como un giro al final del amor de transferencia, que encuentra una vía hacia la escuela como un nuevo interlocutor.
El lugar de la escuela, desde Lacan y retomando las conversaciones de estos días, la escuela es un lugar donde se entregan los testimonios de los AE a la comunidad de analistas, lugar donde se vierte la enseñanza de lo singular de cada uno de ellos, extraído en su experiencia de análisis.
Los miembros y asociados de las escuelas, tenemos ese lugar de interlocutores ¿Lo tomamos? ¿Cómo participamos en ese nuevo amor? ¿Consentimos a él? Ya que se trataría de «la construcción de un Otro que es la escuela”, propuesto en el Seminario con Clara Holguín “La Escuela: Una respuesta a la estructura de la experiencia analítica”, que sigue el seminario de Miller El banquete de los analistas.
Quiero precisar unas líneas que indiquen la importancia de un trabajo con la lógica femenina, de lo indecible, que se bordea en la experiencia de análisis bajo transferencia, lógica que permite una vecindad con el S(A) tachado, dirección que hace posible la transferencia de trabajo en la Escuela, fuera de la relación al ideal, el ideal de la escuela, al ideal del analista que no existe. Pienso en la escritura de lo femenino en acto, más allá de la lógica macho que busca que todo calce, como nos enseñan los testimonios de Leonardo Gorostiza.
En este trabajo con referencias a las reflexiones de otros, cito a Ram Mandil en Bitácora 8 “Cuando el AE se produce: final de análisis y demanda de Pase”, él dice “El Pase resitúa para el analizado la dimensión del Otro o, más específicamente, de la inconsistencia del Otro. ¿Cómo responderá él a esta inconsistencia?”
“La demanda de pase implica un consentimiento a la “ficción del Otro”, sabemos que ese Otro fundamental al cual esta demanda se dirige es a la comunidad de analistas de la Escuela. En esto incide un deseo de pase de la Escuela sobre los análisis y ese ·deseo de pase, como lo ha nombrado Ram Mandil, sería uno de los modos de la Escuela-sujeto. ¿Podemos consentir a ese deseo de la Escuela-sujeto en tanto incidencia que empuja a avanzar el análisis de cada uno?
Y después de ese final que permite el ejercicio de enseñanza del AE, el Pase, tal como dice Marcus Vieira “Dejarme desplazar por lo que de real hay en el inconsciente me mantiene analizante y me ayuda cuando necesito acompañar, como analista, los descubrimientos de cada uno con respecto a su propia trama inconsciente.” Una atención que continúa a la escritura de lo femenino.
Referencias:
Enapol. Primera Conversación
Enapol. Segunda Conversación
Enapol. Alguien lo dijo. Entrevista a Iordan Gurgel
Gorostiza, Leonardo. Testimonios varios
Mandil, Ram. Bitácora 8. Cuando el AE se produce: final de análisis y demanda de Pase.
Vieira, Marcus A. La escritura del silencio