En el cruce de la experiencia clínica y de escuela, con la coyuntura ¿cómo nos orienta la política lacaniana?
Por: Jessica Jara de Aguirre. NEL Guayaquil
El sábado 15 de agosto tuvo lugar la Quinta Conversación Permanente “Hacia un Nuevo Lazo”, un espacio de trabajo propuesto desde el Comité Ejecutivo para bordear, con otros, la coyuntura actual que tiene incidencias en la subjetividad, en la práctica analítica y en la vida de Escuela. Así, una Escuela heterogénea y dispar, -más de 130 miembros y asociados de la NEL-, se dio cita por una pregunta fundamental: “En el cruce de la experiencia clínica y de la experiencia de Escuela con la coyuntura del momento actual. ¿Cómo nos orienta la política lacaniana?”.
Fuimos convocados a plantear nuestras reflexiones: Felipe Maino (NEL Santiago), Carlos Márquez (NEL Bogotá) y Jessica Jara (NEL Guayaquil). Contamos con un moderador muy atinado: Adolfo Ruiz, por el Comité Ejecutivo.
Nuestro marco de elaboración lo sostenía Miller, refiriéndose a la posición ético – política de Lacan: Ninguna nostalgia, ninguna esperanza tampoco. En cuanto al presente, a la modernidad, tiene como Freud el sentimiento muy vivo de sus impases.
La pregunta era por nuestra orientación ante los impases de hoy y su tratamiento analítico, ante un adaptacionismo imperante; por lo que una orientación ética, para no quedar fascinados por lo que Lacan llama burlonamente: “las maravillas del psicoanálisis”, fue lo que sostuve en esa Conversación y en el “Viernes de Escuela” con Ana Aromí y Clara Holguín.
Esa mañana del sábado, luego de una cálida bienvenida de Marcela Almanza, Presidenta de la NEL, Adolfo Ruiz dio curso a la palabra.
Desde una viñeta clínica, invité a poner el dedo en la llaga en un presente que nos apremia; haciendo precisiones sobre los impases de hoy desde los registros que nos dio Lacan para orientarnos, y dando cuenta de un deseo-de-lazo en pleno tsunami digital. Apuntando que no hay clínica sin ética, me preguntaba si aún existen contraindicaciones en el psicoanálisis. Concluí notarizando un punto de invención, a partir de La Ética del Psicoanálisis y el seminario 24: salida singular al impase por el pase en tres A.E. Ahí la importancia del análisis para arribar a soluciones inéditas.
Carlos Márquez en Molestarnos las defensas, señaló: “¿Queremos que el psicoanálisis, al que aspira cada uno de nosotros, el mejor que hay, exista en este vasto territorio que abarca del Río Bravo a la Patagonia? Es una pregunta sobre la que debemos ser intransigentes, en la cual el deseo de cada uno puede forjarse como una voluntad”. Por su parte, Felipe Maino enfatizó que “La ética de las intenciones… es esconder el objeto tras la imagen y la ética de las consecuencias es librar ese objeto a una experiencia que lo tenga de vector de deseo”. De ese modo, estas conversaciones son un esfuerzo de apertura: una invitación a salir del búnker y dar cuerpo a los avatares de la diacronía.
Imposible resumir la conversación, pero me esfuerzo a pedido de nuestro blog. Hubo varias vueltas y movimiento de torbellino. Algunos colegas tomaron la palabra. Ramón Ochoa (Caracas) buscaba líneas comunes ante el enjambre de singularidades. Ana V. Saldarriaga resaltó que el psicoanálisis es un nuevo estatuto de saber en el mundo. Martha Fierro se preguntaba: ¿qué tan abierta es la Escuela?
Luego, más voces esclarecidas: María Cristina Giraldo (Medellín) ante la demanda de apertura, recordó que el psicoanálisis es “viudo, huérfano y estéril”. Adriana Pérez se preguntaba por lo que sería un “nuevo lazo”. Laura Arciniegas (Bogotá) apuntó: ¿Qué nos orienta sino lo real en un nuevo lazo! También hubo comentarios entusiastas de Susana Dicker (Guatemala) y Elida Ganoza (Lima). Y mientras José Luis Obaid ponía junto a los impases, la alternativa del “fracasar mejor”; Joaquín Carrasco se preguntaba, en el fondo, por la posición de apertura del analista.
Clara Holguín resaltó que las tres intervenciones pusieron la ética en el centro, que cada uno aportó una lectura sobre la intransigencia en el psicoanálisis, agregando que: “la ética es la radicalidad de la que no podemos olvidarnos”. Y así, al final, María Solita Quijano hizo escuchar su voz; y en la vía de las aporías y las paradojas, Maino trajo una cita de Beckett: “Hasta los límites del vacío sin límite”. A modo de conclusión abierta, Raquel Cors invitaba a no quedarnos en un búnker sino a desear un nuevo lazo y que nuestra subversión sea de un punto mortal a un punto vivo.
Queda por explicitar la apuesta ética lacaniana: la invención de un nuevo amor más digno, en los límites del discurso; un nuevo lazo a la medida de cada quien, uno que sea menos tonto.
Y, prefiriendo la locura a la tontería, destaco que desde nuestra ética de las consecuencias: lo analítico es un efecto y no una intención de trabajo. Cada uno encontrará su modo de ir dando cuenta de aquello, no para el informe sino a su ritmo propio, en un marco de saber psicoanalítico y en una Escuela en movimiento. ¡Habrá una sexta conversación, la que sabremos aguardar!
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Pd. Mi reconocimiento a Lazos del Discurso Analítico en México @Lazos_Mx por su reseñar riguroso y en tiempo real.
Intervención Jessica Jara: http://nel-amp.org/index.php?file=de-interes/conversacion-permanente/20-08-15_jessica-jara.html
Intervención Carlos Márquez: http://nel-amp.org/index.php?file=de-interes/conversacion-permanente/20-08-15_carlos-marquez.html
Intervención Felipe Maino: http://nel-amp.org/index.php?file=de-interes/conversacion-permanente/20-08-15_felipe-maino.html