Cuerpo, Imagen y Lenguaje: Sus anudamientos por la vía del sinthome
Marcus A V, escribe en su primer testimonio, “miquito, nombraba la otra faz del mosquito eléctrico e incluía otra relación con la alteridad, presentándose menos como mirada a ser mantenida siempre a una distancia, que como voz que encarna y somete. Miquito nombraba el goce de llegar cerca y correr el riesgo, no exactamente de muerte sino de un encuentro con el goce. Ese nombre generaba vergüenza, pero tenía gravedad, estabilidad y goce.”
Entonces era eso, mosquito hablaba de él como sujeto, miquito hablaba de él bajo el dominio de un deseo, objeto. Es el pasaje de la mirada a la voz.
-Le preguntamos a Marcus, si es este el momento de la escritura del síntoma letra, en la medida en que es lo que del inconsciente puede traducirse por una letra, si la condición del síntoma como función consiste en traducir un Uno del inconsciente por una letra, la repetición del síntoma es ese algo que salvajemente es escritura. La letra del síntoma supone una fijación de goce en esa extracción, en esa escritura salvaje, y es eso lo que determina su repetición y resistencia. Se puede decir que es justamente esta fijación de goce -causa de la repetición- que se destaca en el síntoma letra.
En su segundo testimonio Marcus escribe: “De hecho, desde el goce que mordidavida aislaba, el objeto voz, que se había extraído quedaba un poco risible, toda la guerra, la clínica y también el abrazo y el tambor, se presentaban ahora como los modos que tengo de hacer con este goce sin forma, pero solamente eso, medios para el encuentro con la vida, no son ni los encuentros ni la vida.”
“¿El saber hacer con este goce del sinthome incluye estos nombres que hacen resonar un goce abierto a la invención y al encuentro?”
-Entonces, lo que enseña Joyce al psicoanálisis es que el sinthome, es lo que ya está, es nuestro punto de partida, nuestro marco, nuestra boya. (1). En la clase de febrero del 76 Lacan propone un modo muy preciso para el sinthome, como una reparación de la falla del anudamiento, como remiendo del lapsus del nudo, este sinthome no consiste en otra cosa que en un eslabón nuevo que se agrega para remediar, para corregir el fallo del nudo que procede a reparar sintomáticamente el error que se registra en el nudo de trébol. A partir de esta “reparación”, “corrección”, “compensación” o “suplencia”, el nudo de trébol ya no se desarma, no se desata. El sinthome, en efecto, es lo que le impide al trébol “fallado” devenir trivial.
Le preguntamos a Marcus, si mordidavida, este neosemantema, tiene el carácter de sinthome que le permite operar de otro modo con la sumisión silenciosa a la violencia.
Esta singular expresión, “sumisión silenciosa a la violencia” nos pone de lleno con el tema que convoca nuestras próximas Jornadas, “Violencias y Pasiones”, ubica Marcus, “lo que había de violencia era vivido por la familia en una denegación radical”, la violencia, las violencias, esa se presenta contingentemente, ¿podría decirse que la sumisión silenciosa, sigue la vía de la pasión?
(1) Gerardo Arenas. Sutilezas analíticas.
Compiladora Mayra de Hanze