CONVERSATORIO: Subjetividades contemporáneas: Populismos y psicología de las masas, hoy
Reseña por Estefanía Paz, participante del Observatorio 2 de FAPOL.
En el marco de la conmemoración de los 40 años de la muerte del ex mandatario populista Velasco Ibarra, quien sin lugar a dudas fue un hábil demagogo y un orador locuaz, que logró convencer a todo un pueblo mediante la palabra, mismo que en una ocasión dijo: “Dadme un balcón en cada pueblo y yo seré Presidente”; se llevó a cabo en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, el conversatorio: “Subjetividades contemporáneas: Populismos y Psicología de las masas, hoy”.
Este encuentro académico contó con la intervención del psicoanalista Antonio Aguirre, el periodista Juan Tibanlombo, la abogada Marena Briones, el actor y escritor Santiago Roldós y la psicoanalista Jessica Jara*, como coordinadora de la mesa; debido a sus trayectorias y experiencias, en las ciencias sociales, fueron llamados a dialogar, con los oyentes ahí presentes.
El psicoanalista Antonio Aguirre, empieza su intervención, proponiendo rectificar el uso del término populismo y reemplazarlo por “caudillismo”. Así mismo, hace énfasis en la lectura del texto de Freud “Psicología de las masas y análisis del Yo”, declarándolo fundamental para comprender el fenómeno de masas.
Resalta la importancia que le da Freud al vínculo libidinal que existe entre el líder y la masa, destacando “lo pasional” como el meollo del caudillismo y condición sine qua non, para la gestación de los grupos sociales. En cuanto al líder dirá, “no se forman líderes, los líderes están, se encuentran, acontecen, surgen…” en el momento preciso para mitigar angustias y la añoranza por el padre.
El periodista Juan Tibanlombo, efectúa un recorrido acertado, de los acontecimientos políticos de la década del correísmo. Señala que Velasco Ibarra inaugura la política de masas en el Ecuador y los movimientos políticos personalistas; donde el líder es seducido por sus seguidores y estos a su vez por el líder.
Plantea el correísmo como un proceso de seducción, una estética del odio, camuflada con frases como: “Yo, ya no soy yo, soy el pueblo…”, “pese a la fatiga y el cansancio, todo ha valido la pena…”. Finaliza relacionando los quebrantos en la salud del ex presidente, con su salida del poder “La soledad del poder enferma, tanto como la ausencia del poder…”.
La abogada Marena Briones, propone el término populismo como apropiado, afirmación que aclara en la minuciosa y bien elaborada cronología histórica-política que nos aporta; va desde los primeros conceptos de populismo clásico, hasta los populismos de hoy, siendo los referentes más antiguos Estados Unidos y Rusia. Explica la llegada del populismo a América Latina en el siglo 20 y con una fuerza sin precedente a Europa en la actualidad.
Nos invita a pensar el populismo de distintas maneras y desde diferentes disciplinas, ya que puede ser ejecutado de diversas formas; claro está, que existen características comunes que la determinan. Pero sobre todo destaca que lo que ella encuentra común entre estos mandatarios, recae en “la pasión del discurso”; a veces carentes de sentido, vació de referentes, pero, cargado precisamente de eso: pasión.
Habla de democracia, término que también sugiere se lo piense desde la pluralidad y lo que para ella son sus imposibles; “imposible que gobernemos todos”; “mayoría que no es mayoría”, “la institucionalización de los movimientos sociales”, “no todos somos iguales”. También, de esta forma pasa a cuestionar la relación entre populismo y democracia; colocándolos como antagonistas en un mismo sistema político; concluye, dejando abierta una interrogante ¿y, entonces qué? ¿será que a la democracia le falta pasión?.
El actor y escritor Santiago Roldós inicia jocosamente diciendo que él cree que los líderes sí se forman, que se forman en las escuelas salesianas, clubes de boy scout y demás instituciones de la pasión social-cristiana, socialistas, demócratas y cristianas. Explica que él piensa que lo que falta es camino, pensando a la pasión como un sendero. Afirma, que la fe y la pasión son las herramientas populistas por excelencia, y que habría que pensar a los líderes de igual manera, como herramientas de una desesperación. Alude a los medios de comunicación como distribuidores de la propaganda populista-correísta, acusándolos de formar parte de las labores que llevaron a Correa a gobernar, enunciando «Tal vez fueron los primeros anhelantes de esa pasión».
Pide que no nos quedemos en la fe de la revolución ciudadana y traslademos a los tiempos de Chaplin, donde afirma, el opio de los pueblos ya no era la religión, sino la “máquina de sueños”- la industria cultural por excelencia- Hollywood. Se refiere a sí mismo como nacido para el populismo, haciendo referencia a su estirpe; expresa que lo sabe, porque lo siente en el cuerpo, asociando esta pasión que no solo se piensa, se dice, sino que se siente, algo del orden de lo real del cuerpo.
Ciertamente, los aportes de los expositores, como de los asistentes, lograron un ambiente carismático, productivo y ameno, que llevó a más de uno a replantearse conceptos y a cuestionarse sobre las revoluciones políticas actuales.