Comentario al texto ¡Una guerra importada! de Guy Briole
Por: Ana Ricaurte
“Radicalización con deshumanización” se refiere a esta violencia ciega de quien puede decidir inmolarse y matar a otros cualesquiera, no enemigo definido, bajo el auspicio de un amo atroz. Es un fenómeno complejo con coordenadas políticas, económicas, religiosas, culturales susceptible de explicaciones varias que exceden la lógica del psicoanálisis, que es desde donde quisiera añadir unas líneas a la valiosa lectura de Guy Briole sobre esta “guerra de otro tipo”.
Más allá de la clase de los radicalizados, desatados ya de lo humano, que no solamente no encuentran punto de límite a la pulsión mortífera en el pasaje al acto de matar al otro, sino que además dan un salto fuera de la preservación del propio cuerpo, interrogamos el uno por uno, lo que cada uno es más allá de la identificación en su ser de goce, citando a Eric Laurent [1], “resto de goce vinculado a la muerte en el Hombre de las ratas”, recordando que él murió en una guerra mundial junto a decenas de millones de otros seres y sin embargo se puede pensar si él no murió justo por tal ligazón.
Lo que se es, es a partir de la marca de la lengua sobre el cuerpo. Luego vendrán las identificaciones, las significaciones del Otro, de la cultura, de la religión, a dar forma y una determinada ubicación en la realidad, como puede ser entre otras, el terrorismo.
De la apuesta de Dounia Bouzar para desradicalizar a jóvenes en el borde, impacta sobre todo su visión de que se trata de “reanimar la pequeña llama vacilante de lo humano”. ¿No es esto acaso la puesta en juego otra vez de dejarse o no, atrapar por lo humano, en repetición de la coyuntura crucial de consentimiento al campo del Otro, o de rechazo y retorno al campo de lo Uno, como pudiera darse en el autismo? Es justamente aquí que cabe lo que un psicoanalista puede captar, lo que aparece a nivel del goce como reaparición de algo ya jugado contingentemente.
[1] Laurent, Eric. Final de análisis y ética del deseo. El Seminario de Caracas. Febrero, 1994, p. 14.