Mi sentido pésame ante la partida de la Dra. Nora Guerrero de Medina.
Es una lástima y mi pérdida el no haber tenido la oportunidad de trabajar directamente con ella por la causa analítica. Sin embargo, del poco tiempo que la conocí recuerdo a una aguerrida mujer -una guerrera, como ella nos lo recordaba en referencia a su apellido- de firmes y honestas posiciones. Sus palabras retumbaron en las paredes de la Escuela, ella se aseguró de esto en cada intervención. Su memoria me queda como un ejemplo de cómo sostener, con valentía y firmeza, una idea u opinión ante colegas.
En este sentido, Nora, haré como Ud., no la imitaré.