BOLETÍN 6 – Hacia la II Jornadas de la Nel Guayaquil
BOLETÍN 6
HACIA LAS II JORNADAS
Piedad Ortega de Spurrier, analista de Nel Guayaquil, señala el delicado trabajo de sostener la experiencia analítica del sujeto y advertimos que la desconfianza que puede irrumpir en los tratamientos es parte de la estructura misma de la relación al Otro y al lenguaje. A este obstáculo de la transferencia en la situación de sujeto del lenguaje frente a un Otro, hay que sumar lo propio de esta época que fisura algunas de las coordenadas en las que se estructura la subjetividad y deja expuesto al sujeto a lo pulsional. Señala también de una clínica del pasaje al acto y actings out, que nos lleva a reconocer cómo la noción de Yo y la apropiación de un cuerpo trastabillan en cuanto es impulsada la estructura paranoica del Yo, en las relaciones especulares, más generalizadas hoy, en las que se juega la posición tanto de agredido como de agresor.
Presentado por Ana Ricaurte
CONTRA – TIEMPOS DEL PSICOANÁLISIS, HOY
Saber leer (Silvia Salman)
Sabemos que las coordenadas de la época no favorecen al sujeto en la búsqueda a la respuesta de ¿quién soy? Con frecuencia nos encontramos en la experiencia analítica que nos confrontan con una serie de vicisitudes que se suscitan en su orientación cuando la vía de las identificaciones que le hicieron posible a estos sujetos obtener algunas coordenadas estructurantes que les habían permitido afrontar algunos encuentro con lo real se encuentran fisuradas, poniendo a prueba hasta la estructura narcisista del yo con su correlato de agresividad imaginaria que nos permite vislumbrar algo de lo propio de la pulsión.
Si a esto se suma que la experiencia analítica potencia las desgracias del ser, porque la llamada “asociación libre” desencadena los poderes de la palabra a través del equivoco, el doble sentido y la falta de referente, fuentes de la dimensión imaginaria, real y simbólica de la desconfianza, todo esto se traduce en una transferencia negativa. Miller, en su clase del miércoles 28 de marzo de 2007 plantea que esta se produce en razón de la existencia del agujero en lo simbólico, esto es lo imposible a decir (S A). Más allá de todos los avatares de la transferencia en la experiencia analítica, se trata del hecho de la existencia de la cadena significante, es decir, que si hay S1 y S2, jamás se conocerá que dice el Otro y por qué lo dice. Así el analista puede ponerse bajo sospecha, por el hecho mismo de la oferta que hace.
Existen otras dificultades para pensar las vicisitudes en la instauración en el dispositivo analítico que tornan complejas la formalización del síntoma bajo transferencia, común en nuestra época sobre todo cuando alguien se presenta bajo la égida de la angustia y su correlato de acting out y pasaje al acto, ¿Dónde queda la posibilidad de a-palabrar lo real, cuando no se puede recurrir a las identificaciones, aquellas que por su fragilidad resultan poco operantes?
De todas formas cuando alguien concurre donde de un analista siempre alberga una expectativa, sea retomar o interrogar algo de su saber expuesto. Esto es ya un interés que puede producir un abanico de efectos, pero cabe recalcar que no deben de ser confundidos con el “deseo del saber”, del que el neurótico nada quiere saber, esto es sobre el goce. Todas estas son razones suficientes para recordar el comentario de Lacan sobre la Verneinung de Freud (1978) donde plantea que existe un rechazo inaugural a toda experiencia del parletre, donde es posible vislumbrar el germen de la agresividad puesta en juego en el caso. Hay “algo” que pide ser descargado y que al sujeto le resulta extraño e íntimo. Hay algo que atañe intensamente al cuerpo y que urge una satisfacción. ¡Es tan ajeno al sujeto que las palabras fracasan! El control permite la posibilidad de re-direccionar la experiencia analítica y encontrar una brújula para continuar…
Piedad Ortega de Spurrier