Aniversario de la Nel

Ana Ricaurte

 ana rLas memorias de mis colegas evocan también una mía, dos momentos, dos escenas, con varios años de por medio.  La primera la sitúo  en los tempranos 90 en Caracas, posiblemente el 92, estamos un grupo de Guayaquil y Jacques Alain Miller, al que le expresábamos con mucha valentía, nuestra intención de ser  parte de la Escuela de Lacan.

 En el segundo momento, previo a la creación de la NEL, se repite el acto de enunciación de la primera vez, porque al igual que en aquella ocasión, Jacques-Alain Miller no nos acoge como grupo, sino uno por uno, interrogando nuestro deseo.  Lo que viene a mi memoria es un momento de acogimiento, de Miller y Eric Laurent juntos y expresiones de mucha alegría, de ellos y de nosotros. Estaba por nacer la Nueva Escuela Lacaniana, nuestra Escuela y  Guayaquil será una sede.

 Affectio societatis y transferencia de trabajo enmarcaron la formación de la Nueva Escuela.

 

La Escuela del Campo Freudiano de Caracas Amplida.

Nora Guerrero de Medina

El antecedente de la creación de la NEL, se da en Caracas, cuando se creó la Escuela de Campo Freudiano de Caracas Ampliada, para incluir además de Venezuela a Ecuador y a Colombia.

En la revista “Analítica” de la Escuela del Campo Freudiano de Caracas, de 1996, en las editoriales hay dos artículos, uno escrito por Ronald Portillo y otro por Nora Guerrero de Medina a partir del Primer Encuentro Bianual de la Escuela del Campo Freudiano de Caracas Ampliada (Venezuela, Ecuador y Colombia).

“La ECFC ofertó a la región una nueva fórmula de trabajo, definió un objetivo común: crear una comunidad de trabajo, que pudiera convertirse eventualmente  en una comunidad de experiencia, donde intentáramos elaborar, e instruirnos conjuntamente en la enseñanza de J. Lacan, donde pudiéramos confrontar la experiencia analítica y el alcance de los conceptos que la guían.

¿Para qué? podemos preguntarnos, «para formar analistas-respondería Lacan- personas capaces, tal vez si eso fuera posible, de ocupar ese lugar». Se trata entonces de la formación del analista, y  de qué manera estos encuentros bianuales podrían ayudar a la consecución de tal objetivo.

El psicoanálisis  en su relación al lazo social comienza por el lazo de los analistas entre sí, ya sea por la elaboración teórica colectiva, o por su responsabilidad de grupo en el modo  de presencia del Psicoanálisis en la sociedad y más particularmente en el debate científico”.

Los que nos vinculamos a esa nueva estructura de Escuela ampliada, debíamos aceptar la apuesta, lo que quiere decir, salirnos de lo conocido, de lo cotidiano, de lo familiar e ir a la búsqueda de nuevos lazos asociativos: Lasos de análisis, de supervisión, de carteles, de seminarios, etc.  Se trataría de poner en movimiento dispositivos varios, que señalan que algo está en marcha, lo cual se ha mantenido hasta la actualidad, donde cada comité ejecutivo ha ido incorporando, nuevas formas de asociación, que ha contribuido a que la actual NEL pueda cumplir sus 15 años de creación con mucha satisfacción.

 

Recuerdos en el aniversario de la NEL

Mónica Febres Cordero de Espinel

eol edificio

Había un deseo de Escuela que Miller acoge cuando inscribe un cartel de Guayaquil en la entonces Escuela Europea de Psicoanálisis. Había un deseo de Escuela en la constitución de “Espacio Lacaniano de Ecuador”  significante que surge en reunión con Miller, en Caracas. Y lo había al constituirnos como Colegio Ecuatoriano de Psicoanálisis de la ECFC Ampliada, junto con Colombia.

Deseo de Escuela también al acogernos a la propuesta de Miller, INES, la “Iniciativa Nueva Escuela”. Y emoción de fundadores en los nombres que fueron surgiendo en lo que llamábamos   “el país del psicoanálisis”. Nombres femeninos: Eva,  la  andina, la caribeña.

Ese deseo  se hizo propuesta de la Escuela en Formación en Buenos Aires, en el 2000. Punto en el que  salta un  recuerdo:  una ventana que se abría y cerraba en la sala  de la EOL provocando risa e inquietud. Alusión tal vez a la vocación de gozne del cartel. Y se plasmó el deseo de Escuela con la fundación de la NEL en Bruselas, dos años después.

Han pasado 15 años, encuentros y desencuentros. Ahora podemos pensar, con un colega de la NEL: “Tenemos Escuela”. No una Escuela idealizada, sino una Escuela viva que se hace cada día. Como dice Miller, una casa, una dirección para la transferencia de trabajo. Escuela-intrumento para el analista a producir  y, también, para un saber a producir.

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