A Antonio, el que habla de pie

Por: Gabriela Játiva – Asociada Nel Guayaquil

Horas antes, una llamada: coordinación de un trabajo que entre otros decires pretendía la producción de un nombre, al momento de cerrar la conversación telefónica, un mensaje: “habemus título”  siguiente frase, “confirmado con Antonio”.  Acto siguiente, agrego el nombre acuñado al compilado del cual me ocupaba en edición, envío texto a sus destinarios.

Días antes: un correo, no pretendo aquí detallar su contenido, pero sí su efecto, mi respuesta ante lo epistolar inesperado, mi respuesta lenta pero decidida emitida poco rato después de la llegada de ése golpe sutil:

“(…) Aparece de nuevo un recorte que hace ruido, forma otra pregunta: ¿Cómo hacer con ése real que inhibe, aún en la virtualidad, en relación a nuestra escuela?

No espero una respuesta, puesto que el germen para que la pregunta tome forma vino de su correo. Y como decía Lacan, a los que «iban a su seminario y no entendían mucho, que simplemente siguieran yendo, porque el seminario no era una conferencia mundana”.

En ésa tarde la tristeza no era ajena, la tenía cerca, la tristeza era mía, sorprendida ante el dolor de una pérdida, justificaba su presencia a través de respuestas inacabadas. Días después, mientras me encuentro nuevamente editando sus producciones, agradecida con Jessica por la confianza en éste trabajo, aparecen  los significantes que en-frente de  la pérdida en un  cementerio silente, no aparecían; el duelo por una partida que pujaba un quehacer decidido, sin obligarlo, pero no sin consecuencias: transferencia de trabajo.

Ante el silencio, ante ése real del que se había mencionado en su correspondencia, veía en acto el efecto, el afecto: una presencia incómoda que convocaba al trabajo. Transferencia de trabajo como “ése amor que surge por un colega cuando trabaja por la causa y no para sí mismo” (Bernardino Horne).

Presencia incómoda, que no dejaba quedarse en ése supuesto lugar que se llega, presencia que incomoda que puso en marcha trabajos de edición, lecturas, asistencias, escritos, huidas y regresos, cuestionamientos y búsquedas, la incomodidad que salva de la fascinación, que pinchó el buen lugar.

9/5/2021

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